EMILIO FERNÁNDEZ, UN BAILARÍN NACIDO EN EL POSGUERRA ESPAÑOLA
Emilio Fernández Gómez, al frente de su ballet Los Goyescos, ha llevado la danza española a los escenarios más prestigiosos de los cinco continentes, logrando el aplauso emocionado del público y las mejores críticas que un artista pueda desear. Su libro “Un bailarín nacido en la posguerra española” recoge sus experiencias y satisfacciones vividas a lo largo de más de cincuenta años de trayectoria profesional. Libro que fue presentado recientemente al público en el Ateneo de Madrid y que motiva la siguiente entrevista.
He tenido el placer de haber presenciado algunos de los conciertos de Los Goyescos y de mantener una grata amistad con Emilio, director, coreógrafo y primer bailarín de este gran ballet.
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Emilio Fernández, Manuel Arrabal y otros dos componentes del ballet "Los Goyescos" |
--En primer lugar, Emilio, te felicito por la creación de esta obra, ya que pocos artistas consiguen plasmar en un libro, de forma tan interesante y completa, una carrera tan larga e intensa como la tuya.
--Muchas gracias Pepe. Aunque debo precisar que no he tratado de hacer una autobiografía, ni un tratado sobre danza. Es tan solo una selección de sensaciones e imágenes organizadas en recuerdos que intentan descifrar mi vinculación con la danza. Quien lo lea no verá en él, más que al hombre que tuvo la fortuna de subirse un día a un escenario para enamorarse con su magia y no volver a bajarse jamás de él. --Es muy de agradecer tu humildad al valorar el libro porque verdaderamente es un trabajo muy completo, muy interesante. Y por supuesto, es mucho más que un anecdotario ya que nos permite conocer al artista y al ser humano.
--Para mí la danza ha significado poder realizar un proyecto de vida consistente en disfrutar al mismo tiempo que hacía disfrutar a otros con mi baile, mis coreografías, espectáculos, etc. Creo que si no hubiera sido bailarín, hubiese sido actor, cantante o algo vinculado con las artes escénicas, que son mi verdadera pasión. Pero parece ser que mi cuerpo estaba hecho para la danza y tarde o temprano hubiese sido bailarín.
--¿Cuándo empezaste a bailar?
--Yo creo que bailo desde que nací. Ya bailaba con dos o tres años. Mi madre, estando embarazada decía ¡este niño no para de moverse para un lado y para otro, quiero que salga ya! A los siete años entré en mi primera academia de baile y un año después ya estaba haciendo actuaciones por toda España. Debuté a los 13 en el antiguo Circo Price de Madrid, me vio bailar el empresario Juan Carceller y me contrató para tres temporadas.
--¿Quiénes fueron tus maestros, a quiénes admirabas?
--A Antonio, el bailarín, le admiraba mucho, era genial. Me quedaba horas y horas viéndole ensayar. Trabajé con él aunque no mucho tiempo porque enseguida me contrataron para otro ballet. También trabajé con Luisillo, otro gran bailarín con el que tuve la suerte de trabajar. Luisillo me llevó a bailar al gran Teatro La Fenice de Venecia donde estrené el “Capricho español” de Rimsky-Kórsakov, que fue un momento fantástico para mí porque nunca había actuado en un teatro de tanta categoría.
--¿Te consideras bien tratado por la crítica y por el público?
--La crítica siempre me ha hecho buenos comentarios, estoy contento. Y en cuanto al público, fabulosamente bien. Como anécdotas, nunca podré olvidar mis actuaciones en el Baile de la Rosa de Cannes ante la alta sociedad de la Costa Azul y rodeado de grandes artistas internacionales ante los que bailé “La boda de Luis Alonso” poniendo al público en pie y gritando ¡bravo! Algo parecido ocurrió en Hong Kong donde al final de mi actuación el teatro se puso en pie con todos los chinos exclamando en nuestro idioma ¡Viva España, Viva España, Viva España! Fue algo curioso y extraordinario.
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Emilio Fernández e Isabel Pantoja en el espectáculo que llevaron por toda España en 1979 |
--Has compartido escenario con grandes estrellas como Juanita Reina, Sara Montiel, Carmen Sevilla, Paquita Rico y con una jovencísima Isabel Pantoja. Qué recuerdos conservas de la gira con Isabel?
--Fue a finales de 1979 cuando comenzamos una tournée en Sevilla compartiendo escenario Los Goyescos con Isabel Pantoja en el teatro Álvarez Quintero. Allí presentamos nuestro espectáculo “Bailando a Beethoven” que, como dato curioso, los empresarios incluso la familia Pantoja, al principio no vieron con buenos ojos que se mezclara un clásico con una cantante folclórica. Yo les dije que haríamos una prueba y si veíamos que no iba bien lo cambiábamos, pero resultó que aquello fue un éxito increíble. Estuvimos un mes más en Sevilla en una gira de seis meses por toda España. En lo personal, todos nosotros formamos una bonita familia con la madre y el hermano de Isabel.
--Y sobre la gira con Sara Montiel ¿qué nos puedes decir?
--Fue una gira que arrancó en el Teatro La Latina de Madrid y seguidamente debutamos en el teatro argentino Maipo de Buenos Aires. Al principio, Sara estuvo muy en “diva” y un poquito separada de nosotros, pero después, viendo el éxito que teníamos Los Goyescos, cambió y ya todo marchó con gran armonía y con un éxito tremendo. Al final quedamos muy amigos, incluso nos invitó a su casa de Mallorca. Por cierto, en Buenos Aires vino a vernos el cantante Miguel de Molina que fue una gran alegría para mi pues mi madre me había hablado mucho de él y que en plena guerra española no se perdía ninguna de sus actuaciones aunque estuvieran cayendo obuses. Le conté aquella anécdota y Miguel me cogió las manos y me lo agradeció mucho con ese aire propio de lo divos. Siete años después volvimos a América para actuar en Argentina, Brasil, México, Uruguay, Puerto Rico, Nicaragua y Guatemala, terminando en la ciudad norteamericana de Nueva Orleans.
Emilio Fernández con Sara Montiel durante la gira en Argentina.
Emilio Fernández con Juanita Reina en el Teatro La Latina. Madrid.
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Emilio Fernández con Carmen Sevilla y Paquita Rico |
--Que bailé a mi manera después de aprender de grandes bailarines y coreógrafos. Y que nadie, ningún empresario nos dio órdenes porque siempre llevé lo mejor de la danza española a los más selectos escenarios de todo el mundo. Y que nunca busqué la fama, mi pasión fue siempre bailar bien y a mi estilo.
--Pues son unas bonitas palabras por poner el punto y final a esta entrevista. Ha sido un placer pasar este buen rato contigo recorriendo a grandes rasgos tu amplia trayectoria artística. Recomiendo a cuantos deseen conocer tan intensa vida, la lectura de tu libro “Un bailarín nacido en la posguerra” de Editorial Letras de Autor. Y enhorabuena por tu generosidad y solidaridad por haber donado la recaudación íntegra de la venta de tu libro a la Fundación Isabel Gemio para la investigación de las distrofias musculares y las enfermedades raras.
--Y yo te agradezco, Pepe, que te hayas interesado por este libro en el que espero haber reflejado las grandes satisfacciones y los sublimes momentos que me ha proporcionado el haberme dedicado en cuerpo y alma al mundo de la danza.
Por Pepe Machado
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Emilio Fernández con Pepe Machado durante la entrevista. |