Homenaje al mítico músico Pedro Iturralde, que cumple 90 años, en concierto rodeado de otros grandes músicos

Figura legendaria del jazz en España, Pedro Iturralde es la esencia del jazz en nuestro país. Es un músico que no cesa de tocar ni de recibir homenajes. El 3 de julio, don Pedro celebró su nonagésimo cumpleaños y mañana domingo, sus amigos, colegas y otros allegados le ofrecerán un gran homenaje en la sala madrileña Galileo Galilei. 

Pedro Iturralde durante una actuación en el Patio Conde Duque de Madrid con la Banda Sinfónica Municipal de Madrid.

Pedro Iturralde está considerado uno de los grandes maestros del jazz de nuestro país. Su formación incluye, además del saxo, el clarinete, el piano, la guitarra y el violín.

Ha actuado en buena parte del mundo, ha hecho música para el cine y en su faceta docente, ha ostentado la primera cátedra de saxofón que conoció el Real Conservatorio de Madrid y ha sido profesor de la afamada Academia “Berklee” de Boston donde actúa con el Quinteto de la Facultad y con la “All Star Faculty Big Band” en los conciertos "Doscientos años de Jazz en América".

También colabora como solista en la Orquesta Nacional de España y con la Sinfónica de RTVE bajo la dirección de Markevitch, López Cobos y García Asensio, entre otros.

En 1992 su tema "Old Friends" es elegido para formar parte del repertorio de la Big Band de la Cumbre Europea de Maastricht.

Es tan intensa y brillante la trayectoria musical del maestro Iturralde que es imposible reseñarla aquí siquiera mínimamente. Los tratados internacionales de jazz y publicaciones prestigiosas como el Diccionario de Jazz Larousse y los prestigiosos premios con los que ha sido galardonado, dan buena cuenta de la huella de don Pedro. 

Lo que sí quiero reseñar es su creación en la fusión del jazz con el flamenco, que desde los años sesenta sería venerada con la denominación de jazz-flamenco extendiéndose por todo el mundo a partir de su actuación en el Festival de Jazz de Berlín, acompañado de Paco de Lucía. El público y la crítica quedan encandilados cuando escuchan esta nueva visión del jazz con el ‘espíritu de Andalucía’, que también plasmó en su álbum Jazz Flamenco (1967) donde Iturralde da un protagonismo inusitado a la guitarra flamenca. Este álbum, que se sigue reeditando, y otros discos suyos, son objeto de estudio.

Entrevista 

–Don Pedro, muchas felicidades. Tengo entendido que le hacía mucha ilusión estos 90 años que acaba de cumplir ¿cómo se encuentra? 

–Así es, llegar a nonagenario es un sueño cumplido. He trabajado muchísimo toda esta larga vida, pero a costa de descuidar la parte personal. Y en estas fechas me vienen a la cabeza la infancia, la familia, el pueblo. A veces me noto cansado y siento que poco a poco lo tendré que ir dejando. Pero por ahora no porque no dejan de llamarme para tocar. 

–Y a partir de ahora ¿qué proyectos tiene? 

–Seguir tocando… nunca he dejado de tocar. Me encanta ofrecer mi música y contar con el aprecio del público, que es un gran estímulo. Pero no sabría decirle dónde. Tendría que estar aquí mi sobrino que es el que me refresca la memoria. Lo que sí recuerdo es que en unos días tocaré en Albacete y en mi pueblo, Falces. 

–En Falces (Navarra), de dónde es usted “Hijo Predilecto” y tiene una calle con su nombre, porque allí le quieren mucho… 

–Así es, en mi pueblo comencé a estudiar música y ya desde muy jovencito, con diez años, empecé a trabajar en la Banda de Falces y también en un grupo. Con el tiempo nos fueron conociendo y ya nos contrataban, no solo en Navarra, sino también en Barcelona, Valencia y Asturias. Había que tocar primero para el baile y luego hacíamos una “sesión concierto”, después de comer, en la que tocábamos música clásica. La Banda conocía muchos temas y lo hacíamos bien y muy a gusto. En esas sesiones yo me lucía porque interpretaba muchos solos y me hice tan famoso, que querían que fuese a tocar a todas las fiestas. Desde entonces pude vivir de la música. 

–Usted, que toca magistralmente varios instrumentos ¿por qué eligió principalmente el saxofón para expresarse? 

–Me enamoré del saxofón en la época en la que estaba de moda el jazz americano, el jazz de New Orleans. Y me encontré que tenía una progresión diferente y que las armonías eran más avanzadas que el jazz tradicional. Y entre los saxos, prefiero el tenor, porque tiene un sonido más humano y más grave. 

–¿Además de seguir tocando qué otras cosas le gustaría hacer? 

–Pues entonaría esa Plegaria para el Supremo Hacedor para agradecer a las alturas la vida venturosa que me ha sido concedida. Le pido al Creador que me dé la luz, el calor, la vida y la energía, que me conceda el amor y algo de su sabiduría. Que perdone mis errores y me salve de todo mal. Porque no he sido muy practicante, pero sí buen cristiano.

Homenaje

Iturralde tocará en el Homenaje con su Cuarteto de siempre, formado por él mismo al saxo, Mariano Díaz, piano; Richie Ferrer, contrabajo; y Daniel García, batería.

Entre otras colaboraciones, tocarán temas del maestro, un Octeto formado por: Eloy Gracia, Joaquín Franco, Pepe Peñalver, Pedro L. García, Miguel Ángel Egído, Santos Gabaldón y Raúl García. Quique Perdomo está de viaje y posiblemente no llegue a tiempo.

También intervendrán alumnos de Iturralde que hoy en día son grandes saxofonistas y dirigen notables orquestas en toda España. 

El concierto homenaje está organizado y coordinado por Luis Cobos y Pepe Sánchez, presidente y secretario general, respectivamente, de la Sociedad de Artistas AIE. 

Precísamente, Iturralde y Pepe Sánchez tocaron muy a menudo en los años setenta y le he preguntado su opinión sobre don Pedro: 

-Ha dejado una escuela grandísima tanto como jazzman, como músico clásico y de todo tipo, así como profesor, escritor de tratados de música... en fin, una eminencia. Hemos tocado juntos muchos años, incluso ha participado en casi todos mis discos.  Y también ha dejado una estela impresionante de saxofonistas. Y como persona, excelente, un compañero estupendo, tenemos una gran amistad. 

El músico Pedro Iturralde y el periodista Pepe Machado.

Nada más que añadir: mañana se escribirá una gran página en la Historia de la Música. El marco lo pone la sala Galileo Galilei (c/. Galileo, 100, Madrid) a las 20,30 horas. Por Pepe Machado