miércoles, 5 de junio de 2013

Nuevo disco de tres rockeros históricos:

Avanza la grabación del cd Three Amigos: Where were we?"...,  de Licorice, Bartrina y Siegfried

 
Si todo sale como tiene previsto Eduardo Bartrina, estas navidades  podremos disfrutar el nuevo cd “Three Amigos: Where were we?"..., (Tres Amigos: ¿Dónde estábamos?...) que en estos momentos está produciendo en su estudio madrileño de grabación. Estos tres amigos son Brian Locking, el bajista de Los Shadows apodado –Licorice–; Roland Siegfried, gran guitarrista suizo; y Eduardo Bartrina, baterista de la histórica banda Los Jets, al que se debe esta iniciativa.    
Son doce títulos, entre covers y temas originales del pop y del rock que ya están tomando forma.
A la batería de Bartrina, Polito Benavides –de la Sonora Santiaguera– añadió percusión latina, y –Licorice– acaba de poner el bajo y la armónica. Y finalmente, tras algunas colaboraciones de músicos españoles, como Francis Cervera en los teclados, Roland Siegfried pondrá la guitarra solista y su hijo Joel la rítmica.
Concluida la participación de –Licorice– en la grabación, Bartrina   me concertó una entrevista con el ex Shadows  pues sabía que mi primer trabajo periodístico fue precisamente un reportaje sobre Cliff Richard y Los Shadows. Se publicó en la emblemática revista Fonorama (1963) con el apoyo del gran presentador musical Ángel Álvarez (Caravana Musical, Vuelo 605…). ¿Quién iba a decirme que yo iba a entrevistar a uno de los componentes de Los Shadows sobre los que escribí cincuenta años atrás?     
Eduardo Bartrina, Brian Locking y Pepe Machado (de derecha a izquierda)
durante la entrevista a tres bandas.

Y llegó el momento de la entrevista, a tres bandas, puesto que Bartrina también tenía mucho que decir. Primeramente, le pregunté a Brian cual era su opinión de Los Jets:
–Una banda tremendamente excitante, típicamente española, diferente, con pasión y mucha emoción.
–Y tú Eduardo ¿qué opinas de Brian?
–Profesionalmente, es un gran bajista y un gran armonicista, un músico excepcional.  Lee y escribe música de una forma impresionante, corrige partituras, es un músico en toda la extensión de la palabra. Y sobre todo, es un gran amigo mío.
–¿Brian que tal lo pasaste en la jam sessión del club club Segundo Jazz de Madrid, tocando con músicos españoles?
–Es uno de los clubs en los que he tocado más a gusto, todos eran buenos músicos. Tocamos muy bien, sin agresividad.  Creo que la gente  lo disfrutó pues se notaba la atención que ponía escuchándonos. Para mí –añade Eduardo– fue una sensación espléndida porque hacía tres años que no tocaba en directo ya que me paso todo el día grabando en mi estudio. Me ha encantado tocar otra vez con mi amigo Brian cosa que no hacía desde el último concierto de Los Jets en el Palacio de Congresos. Y por supuesto, me encantó encontrarme con viejos amigos como, Tony Luz, Los Pekes, Francis, Manuel Caieiro, José María Noriega, Panizo,… me dio mucha alegría, lo pasé bárbaro.

Jam sesión en Segundo Jazz Club con el ex bajista de Los Shadows, Brian Locking, Tony Luz, Bartrina, Cervera y Marugán, entre otros. 
 –Y ahora hablemos del disco que estáis grabando. Brian ¿satisfecho de cómo está quedando?
–Sí, mucho. Se está haciendo de una forma muy latina, con tiempos diferentes con los que todo se mueve mucho mejor. Además, las ideas de Eduardo han hecho posible que el disco suene con más swim de lo que se podía esperar. Pero no quiero que esto suene a Shadows –puntualiza Eduardo– estos arreglos son absolutamente diferentes. Y no solo eso, no vamos a utilizar guitarras Fender Stratocasters. Vamos a tocar con Gibson, Gretsch, Epiphon, PRS,… esto es una cosa distinta. Pepe, y cuando oigas “Spring is nearly here”,  en ritmo de bossa nova, te puede dar algo.
–Eduardo ¿qué va a gustar más al público español de este disco?
–Creo que todo, pero es un disco que no solo está dirigido a la audiencia española, sino a la inglesa, y también a la suiza, a toda Europa, y a todo el mundo, naturalmente. No olvidemos que el guitarra solista Ronald Siegfried es suizo, el bajo es inglés, la percusión es latina… además de nuestra participación española.


Brian -Licorice- Locking afinando en el estudio de
grabación madrileño de Eduardo Bartrina.
–¿Cuándo estará terminado el disco y al alcance del público?
–Aún queda muchísimo trabajo en el disco. Con todo lo que ya tengo grabado haré unas premezclas con los teclados que meteremos uno de estos días para tener todo preparado para que Ronald pueda meter las guitarras cuando venga en julio. Después tengo unos tres meses para mezclar, ecualizar y masterizar todo lo grabado hasta tener el disco terminado. A finales de noviembre estará el disco en la calle.  
–¿Hay  posibilidad de que toquéis los Three Amigos en vivo en España?
–No lo sabemos, no es fácil montar una gira en España hoy por hoy. Vamos a hacer una presentación en Suiza y luego ya veremos.
–Brian ¿en que otros proyectos estás trabajando actualmente?
–Estoy tocando por toda Europa, acabo de estar en Francia con la banda francesa Blue Shadows. Tengo que ir a Alemania, Dinamarca y a Noruega donde tocaré como artista invitado con el grupo noruego Reflections. Además –añade Eduardo-  tenemos una banda, en la que yo tengo el honor de ser el batería, que se llama The Five Countries Band, donde toca Brian y otros grandes músicos. Y tocamos de vez en cuando en ciudades de Europa.
–¿Brian dónde te gusta tocar, en vivo o prefieres el estudio de grabación?
–Me encanta trabajar en estudio porque se puede crear y uno puede manifestar todo lo que tiene. En directo, te diviertes mucho, es muy agradable porque la respuesta de la gente es inmediata, y además hay chicas…, concluye Brian en tono humorístico.

Eduardo Bartrina en su estudio de grabación ante su batería.
–¿Eduardo ¿cuáles son tus próximos proyectos?
–Cuando termine el proyecto actual, haré un tercer disco en solitario que se titularía Loocking back, con músicas de las grandes bandas americanas pero muy en plan jazzy, en el que yo tocaría todos los instrumentos como ya he hecho en otros discos. Y, por supuesto, Brian y yo haremos más discos juntos.
Por Pepe Machado
 
 
Como complemento a esta entrevista con Brian y Eduardo, he querido añadir el siguiente texto de Julián Molero, muy bien escrito, publicado en la web lafonoteca.net, excelente publicación digital sobre música española.
Brian y Eduardo: los últimos resistentes del rock instrumental europeo
 
Dos hombres y un destino sería una frase afortunada para definir a esta veterana pareja, seguramente los últimos o penúltimos resistentes del viejo rock instrumental. Tanto Brian Locking como Eduardo Bartrina traen a sus espaldas, además de una sólida amistad, unas carreras que arrancan muchos años atrás.

 
Locking y Bartrina tocando en un reciente concierto internacional.
Brian –Licorice- Locking fue el bajista de The Shadows durante los años 1962 y 1963; es decir en el periodo en el que eran el principal conjunto europeo y tal vez mundial. Brian tuvo la responsabilidad de sustituir al mítico Jet Harris. Con The Shadows creó y grabó temas tan emblemáticos como “Guitar tango”, “Atlantis”, “Dance on” “Dakota”, en el que tocaba la armónica, un instrumento que siempre lleva en su bolsillo y del que es un consumado intérprete.
Antes, Brian, había pertenecido a The Wildcats, la banda de acompañamiento de Marty Wilde y a The Playboys, grupo de soporte de Vince Taylor, dos de los primeros rockers británicos. Además, fue el bajista de Eddie Cochram en sus actuaciones en Inglaterra. Ya en The Shadows fue acompañante habitual de Cliff Richard con el que aparecería en la película: “Vacaciones de Verano” (Peter Yates, 1963).
En noviembre de 1963 se despediría de The Shadows en un histórico concierto en el London Palladium para entregarse a la propagación de su religión de la que es pastor. Pero nunca dejó del todo la música y siguió colaborando con numerosos grupos y siendo requerido como músico de sesión.
 


Vinilo ep que Los Shadows grabaron en
Barcelona, en 1963. Brian a la derecha
con sombrero, y Hank Marvin,
en el centro queriendo simular
un baile  flamenco acompañado por
el 'tocaor' Bruce Welch. Sin comentarios.
De forma paralela, Eduardo Bartrina fue el batería de los madrileños Los Rangers a principios de los 60. Dedicado después a labores directivas dentro de la música, ocupó entre otros el puesto de director de EMI España y representante de la SGAE para Norteamérica, regresaría a la música activa en 1981 fundando el grupo Los que contra viento, marea y algún periodo de inactividad mantuvo hasta 2009. Es a partir de 2002 cuando este grupo comenzó a ser reconocido en Europa como una de las grandes bandas del rock instrumental de todos los tiempos, consiguiendo hasta seis años el galardón al mejor grupo europeo de la especialidad.




Latin Shadows es el primer cd que grabaron
Brian y Eduardo.
 
Brian y Eduardo se conocieron durante la gira que Los Jets hicieron por Holanda en 2004. Enseguida surge el flechazo musical y en 2005 Brian colabora puntualmente con Los Jets en algunos de sus conciertos y Eduardo entra en el grupo que Brian tenía entonces, llamado The Five Countries Band. La amistad va en aumento y el bajista inglés participa en la grabación del álbum de Los Jets: “50TH Anniversary” (HMR, 2008). Un año después es la única estrella invitada en el concierto de despedida de la banda madrileña, del que se publicaría un CD y un DVD titulados "The Final Concert" (2009).
 
 
A Brian Locking le rondaba desde tiempo atrás la idea de hacer un disco con la armónica como principal instrumento. Esta armónica no es la típica de blues, sino la cromática, que popularmente hemos llamado armónica de cambios o de palanca. Eduardo que acaba de dejar su grupo, que era un trozo muy grande de su vida, le ofrece la posibilidad de formar un dúo y grabarlo juntos con una mayoría de temas de raíz más o menos hispana procedentes del repertorio de The Shadows. Surge así "Latin Shadows" (2011)  que se puso simultáneamente a la venta en Gran Bretaña y España. Brian y Eduardo desgranan de forma novedosa clásicos del estilo como “Wonderful land”, “Perfidia, “María Elena”, “This ole house”… Un CD breve compuesto por diez temas y destinado a los incondicionales del género, que somos muchos más de lo que pudiera parecer.